Reestructuración capitalista bajo el neoliberalismo: desarrollo y debacle industrial en Argentina en los ‘90
Resumen
El objetivo de este artículo es aproximarse a las transformaciones producidas en la industria manufacturera en la Argentina en la década del noventa. Estas transformaciones se dieron en el marco de una profunda reestructuración capitalista, promovida por el proceso de reformas neoliberales llevado a cabo por el Estado argentino. Como sucedió en diferentes países de la región, aunque con una intensidad particular en Argentina, estas reformas se basaron en un incremento de la apertura comercial, leyes de flexibilización laboral, diversas medidas de desregulación económica, un amplio programa de privatizaciones de empresas pertenecientes al Estado, etc. Estas reformas fueron acompañadas por una política monetaria en extremo restrictiva, cuyo mayor exponente fue la fijación del tipo de cambio por Ley del Estado, lo que constituyó una peculiaridad argentina. En este sentido, el trabajo discute con destacados autores que caracterizan la década del noventa como un período de “desindustrialización”.
Para alcanzar este objetivo, desarrollamos una metodología de análisis cuantitativo de información producida por organismos oficiales argentinos, como el Centro de Estudios para la Producción (CEP), el Ministerio de Economía, el Banco Central de la Republica Argentina (BCRA) y el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Focalizamos en información referida a la industria manufacturera sobre productividad y producto, empleo, salario real y rentabilidad; del mismo modo, utilizamos información de indicadores sociales como desocupación y subocupación horaria, niveles de pobreza e indigencia, etc.
A partir de ello, encontramos que la reestructuración capitalista tuvo un fuerte impacto en la industria manufacturera, que se transformó en uno de los pilares de la reconversión productiva. En la fase ascendente de este proceso en 1991-98, la industria incrementó su competitividad, con un crecimiento acelerado de la productividad industrial, un destacado incremento del producto y una expansión de la rentabilidad, al mismo tiempo que el salario real se estancaba y crecía la desigualdad social. Este momento expansivo fue, asimismo, desigual entre subsectores industriales. En la fase descendente de este proceso en 1999-2001, las ganancias de competitividad industrial tendieron a esfumarse. La industria encabezó la debacle económica, liderando las caídas de rentabilidad, empleo y producto, al mismo tiempo que se estancaba la productividad. La debacle llevó a su máximo el deterioro de las condiciones de vida de la población trabajadora, con niveles de desocupación, pobreza e indigencia inéditos en el país. En consecuencia, el resultado de la reestructuración capitalista bajo el neoliberalismo fue un proceso de acelerado crecimiento económico con un fuerte impacto negativo en términos sociales, amplificado dramáticamente en la crisis final del período.